Conmemoremos el aniversario de la Revolución de Mayo volviendo a ordenar nuestras prioridades para poder superar la crisis sanitaria, económica e institucional y dar un paso firme y unidos hacia adelante.
Nuestras provincias y sus comunidades tienen urgencia de sentirse nuevamente seguras, escuchadas y atendidas en sus necesidades. Necesitamos recuperar la confianza, contar con un rumbo y planes claros para, entonces, volver a creer en que el esfuerzo vale la pena.
Queremos recuperar la libertad de trabajar, producir, comerciar, exportar, construir, generar empleo, innovar. Para poner en marcha y darle potencia nuevamente al motor de la producción, necesitamos líderes y autoridades que estén dispuestos a transitar el laborioso camino del consenso y que no sean sólo un obstáculo o una carga que debemos llevar silenciosamente.
Recuperemos el valor de la palabra, de las instituciones, del trabajo y de la libertad. Aprendamos de la adversidad para hacernos más solidarios y más unidos y retomar el empuje que nos lleve nuevamente al crecimiento y la paz social.
Somos gente de trabajo. Es lo mejor que sabemos hacer: trabajar y producir. Estamos convencidos de que la salida hacia adelante es con esfuerzo, con diálogo y con libertad, en todos los ámbitos y para todos.
