Entre los aspectos salientes del ejercicio 2018, se destaca la recuperación del ahorro corriente, resultado de una mayor disciplina fiscal respecto de años anteriores. Estimamos que el ahorro corriente se ubicará entre el 6% y el 7% de los ingresos corrientes, en torno a los $5.800 millones. Este logro es consecuencia directa del hecho que desde 2016 los ingresos corrientes vienen creciendo por encima de los gastos corrientes, debiéndonos remontar al período 2003-2005 para encontrar tres años consecutivos en los que se verificó una situación similar.
Un análisis del gasto corriente permite destacar la reducción de la incidencia de la partida de personal con un 55% proyectado para 2018, luego de alcanzar un máximo de 61% en 2015. En tanto que las transferencias a municipios se ubican en el 17% de las erogaciones corrientes. Una partida a monitorear es la de los Intereses y Gastos de la Deuda, que representa el 8% del gasto corriente ejecutado hasta el tercer trimestre del 2018, por encima del 3% de 2014 y 2015, y del 6% del último bienio.
La obra púbica financiada con presupuesto provincial ha comenzado a recuperarse. Según nuestras proyecciones, representarán el 9% de las erogaciones totales al final de ejercicio, por encima de los valores de años anteriores.
Estimamos varios escenarios de déficit operativo para el cierre de ejercicio 2018. Consideramos que el de mayor probabilidad es el escenario medio con un déficit operativo de $1.740 millones, representando un 2% de los ingresos corrientes, un valor sustancialmente inferior al registrado en años previos. El déficit operativo tuvo un máximo en el 2015 con un 13,5% de los ingresos corrientes.
Entendemos que el ordenamiento fiscal no está concluido. El nivel de gasto público y presión tributaria son aún muy elevados, si lo comparamos con los números de una década atrás. A modo de referencia, en 2005 el gasto público provincial representaba el 12,5% del Producto Bruto Geográfico (PBG) provincial. Conforme nuestras estimaciones, durante el 2018 el peso del gasto público en la economía disminuirá en aproximadamente 2 puntos porcentuales respecto de 2017, y se ubicará en niveles cercanos al 23% del PBG. De la mano del aumento del gasto público, la presión tributaria provincial, medida por el cociente Ingresos Tributarios de Origen Provincial / PBG, se duplicó en 10 años, aumentando del 3,8% al 8% entre 2009 y 2017. Para este año estimamos un descenso a aproximadamente 7,5%.
Creemos que es necesario trabajar en reducir paulatinamente el peso del gasto público en la economía provincial hasta llevarlo a un nivel financiable y consistente con los servicios que presta, trabajando sobre las oportunidades de mejora y por una mayor eficiencia en la asignación de los recursos, con el objetivo de: a) reducir la presión tributaria en forma significativa, para impulsar el crecimiento del sector privado productivo; b) aumentar los niveles de obra pública estratégica y transformadora de la capaciad productiva de la Provincia; y c) garantizar que la deuda pública provincial se mantenga en niveles razonables y financiables, considerando los umbrales establecidos por la Ley de Responsabilidad Fiscal que imponen un límite al endeudamiento futuro.
El desafío sigue siendo grande. Como hemos dicho en informes previos, la tarea fiscal va en el sentido correcto. Mendoza necesita del cuidado sostenido de las cuentas fiscales y un tamaño del Estado que contribuya a la competitividad de nuestra economía, para atraer inversiones y generar desarrollo económico y empleo de calidad.